Algunos periquitos no tienen miedo
Este periquito amarillo es uno de los tres de la última cría que ha tenido la pareja más productora de la casa. Hasta el momento, en un año y medio ya han tenido 16 pericos. Cuando recién salen del nido son muy dóciles y se dejan agarrar, acariciar e incluso se suben al dedo de uno o comen de la mano. Es una experiencia muy emocionante. Sin embargo, a medida que pasan los días y estos periquitos bebés van madurando y convirtiéndose en periquitos jóvenes, van adquiriendo las aptitudes de los padres y de los mayores: el miedo. Ya no se dejan agarrar y algunos, inclusive, resultan muy nerviosos. Por supuesto, esto se puede evitar si se mantiene el debido entrenamiento diario para que el animalito se acostumbre a las personas, sobre todo a su dueño y pueda ser sacado sin ningún problema de su jaula.




